UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…
UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…
UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…
UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…
UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…
UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…
UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…
UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…
UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…
UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…
UN MIRLO EN MI CALLE
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UN MIRLO EN MI CALLE
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UN MIRLO EN MI CALLE
Si digo que en mi calle hay un mirlo y que eso me ha emocionado y alegrado la vida unos instantes, alguien puede pensar que soy más cursi que un repollo con lazos… Pero así ha ocurrido y así es como he sentido que llegaba la primavera este año, gracias al mágico sonido de un pájaro, escondido en alguno de los árboles que bordean la acera de mi casa. Fue unos días atrás, al atardecer, cuando salía del supermercado. Un silbido casi humano, pero mucho más sonoro, me distrajo de la rutina diaria…