Con el Feng Shui creamos un diálogo con nuestra casa, aprendemos a relacionarnos con ella, a interpretar lo que dice de nosotros y a beneficiarnos de ella, de la energía que nos favorece para conseguir nuestros objetivos de bienestar y prosperidad. Y en base a nuestras metas, ideamos e introducimos cambios en los usos, hábitos y decoración de nuestra casa, creando pequeños paraísos personales donde relajarnos, recargar pilas y tomar fuerzas.