Por básica que sea tu caja de acuarelas, puedes sacarle mucho partido. Si eres metódico, puede que incluso te hayas hecho tu carta de colores, pero aún así, hay algunos tonos que usas muchísimo, y otros que están casi intactos porque no sabes dónde ponerlos. Te propongo el siguiente ejercicio: elige un rojo, un amarillo y un azul, y construye un círculo cromático con esa tríada. Y luego haz lo mismo con otros tres. Verás qué resultados tan sorprendentes te dan las distintas mezclas.