En una zona del recinto encontramos unas escaleras que el usuario se encuentra de cara. No obstante, se trata de escaleras de bajada. Para ello, se han marcado sus perfiles con el mismo metal de las guías de delimitación de la vía y, ciertamente, cumplen su función a la perfección. El usuario tiene la sensación de que esos perfiles metálicos no se pueden cruzar y gira a la izquierda para continuar su trayecto.