LA NOVIA: A Federico García Lorca le habría encantado ver cómo el espíritu de la Andalucía más negra y llena de folclor (la de Bodas de sangre, pero también la de La casa de Bernarda Alba) podía encontrar tan buen acomodo en Aragón. La laguna La Salada y los Monegros llenan de ocre y plasticidad esta adaptación de la tragedia lorquiana, y hasta las insólitas imágenes de la Capadocia turca, con sus perfiles de forma fálica, también encajan como un guante en la tormentosa historia.